El molibdeno es un metal que ha sido utilizado por la humanidad desde hace milenios. Los antiguos egipcios, por ejemplo, lo utilizaban para teñir el vidrio de un color azul profundo, mientras que los antiguos griegos lo utilizaban para endurecer las herramientas de hierro. De hecho, el nombre de molibdeno proviene del griego «molybdos», que significa «plomo». Sin embargo, la historia del molibdeno no siempre fue clara.
En la Edad Media, los mineros de Europa que buscaban estaño se encontraron con un mineral extraño y difícil de trabajar. El mineral era tan duro que las herramientas de hierro se desgastaban rápidamente al intentar extraerlo, y los mineros lo descartaban como una roca inútil. Se creía que el mineral era una forma impura de grafito, y fue llamado «plomo negro» debido a su apariencia oscura.
Pero a medida que la tecnología avanzaba, se descubrió que este mineral era en realidad una nueva sustancia compuesta por molibdeno y azufre, que más tarde se conoció como «molibdenita». A pesar de la confusión inicial, el molibdeno resultó ser un metal valioso. Fue el químico sueco Carl Wilhelm Scheele quien descubrió el molibdeno en 1778. El molibdeno es un metal de transición que se encuentra en el grupo 6 de la tabla periódica, tiene una densidad de 10,2 g/cm³ y su punto de fusión es de 2610°C.
El molibdeno es utilizado en la fabricación de acero para aumentar la resistencia y la durabilidad. La aleación de acero con molibdeno aumenta la resistencia a altas temperaturas, la resistencia a la corrosión y la resistencia a la abrasión. Además, el molibdeno es utilizado en la producción de lámparas incandescentes debido a su alto punto de fusión. La lámpara incandescente fue un invento importante en la historia de la iluminación, y su popularidad se mantuvo durante muchos años, hasta que la tecnología LED y fluorescente la superó.
El molibdeno también se utiliza en la fabricación de catalizadores para reducir la contaminación ambiental. Los catalizadores son utilizados en los vehículos para convertir los gases de escape tóxicos en gases menos nocivos. Los catalizadores que contienen molibdeno son eficaces en la reducción de los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por los vehículos.
Hoy en día, el molibdeno es un metal indispensable en muchas industrias, incluyendo la aeroespacial, la automotriz y la de energía. En la industria aeroespacial, se utiliza en aleaciones de alta resistencia, en motores a reacción y en componentes estructurales. En la industria automotriz, se utiliza en aleaciones de acero de alta resistencia y en catalizadores de vehículos. En la industria de la energía, se utiliza en la producción de turbinas eólicas y en la extracción de petróleo y gas.